AGUACATERAS AGRAVAN CRISIS AMBIENTAL EN EL QUINDÍO

Por: Néstor Ocampo

Crecen, y seguirán creciendo, los daños ambientales en el Quindío causados por empresas aguacateras: apropiación del territorio, desplazamiento de campesinos, deforestación, tala ilegal de árboles, reducción de la diversidad biológica, captación ilegal de aguas, vertimientos ilegales, grave afectación y contaminación de fuentes hídricas, ocupación de cauces, movimientos inadecuados de tierras, construcciones irregulares. Daños que comunidades campesinas y ambientalistas estamos denunciando desde hace más de 4 años pero que apenas ahora la “autoridad” ambiental empieza a reconocer.

Esos daños a la Naturaleza y al ambiente, causados con nuevos e inmensos cultivos de aguacate Hass, y otros frutales, para exportación, agravan la CRISIS AMBIENTAL que ya es evidente en la región con síntomas como: problemas crecientes con el agua, tanto en cantidad como en calidad, mortandad masiva de abejas e insectos y otras formas de vida, incremento de enfermedades y muertes en humanos causadas por factores contaminantes del agua y el aire, constantes y crecientes conflictos ambientales, promoción sin control ni límite de actividades económicas de todo tipo, ausencia de autoridad ambiental.

El gremio aguacatero elude su responsabilidad afirmando que se trata solo de “dificultad con algunos productores por desconocimiento de la norma”, “premura” para atender una cosecha que ya llega, y que ello lleva a cometer ciertos errores”. Sería bueno que alguien recordara a “empresarios e inversionistas” que esos “ciertos errores” que están cometiendo destruyen las posibilidades de un futuro digno y deseable para nosotros y generaciones futuras. ¿Qué es lo que hace, entonces, la promotora de inversiones INVEST IN Armenia cuando afirma que una de sus funciones es ayudar a nuevos inversionistas a establecerse en el departamento?

La autoridad ambiental anuncia, como siempre, “indagaciones preliminares”, “apertura de pliego de cargos” y “sanciones”, como “suspensión de actividades”, que no se cumplen. Un ejemplo es lo que ocurre en el corregimiento de La Virginia en Calarcá, allí se declaró “suspensión de actividades” a una empresa, pero los campesinos del sector informan, con pruebas, que tales actividades NO se han detenido. Igual ha sucedido en Salento, Génova, Pijao y otros sectores de Calarcá. Resultado: pasa el tiempo, las aguacateras se consolidan y los problemas siguen creciendo. La misma historia que ya vimos con los cultivos comerciales de pinos y eucaliptos de la Reforestadora Andina (Smurfit Kappa Group) desde hace 34 años.

Es hora de un debate público serio sobre estos asuntos y de que se detenga la destrucción de NUESTRO TERRITORIO pues aquí ya no hay más espacio ni más recursos para la ambición capitalista. Somos un territorio en crisis ambiental que ya aparece en Colombia como el departamento con los ecosistemas más modificados y no olvidemos que el resto de la Naturaleza es la base material de nuestra propia existencia. Es hora de que el “desarrollo”, entendido solo como crecimiento económico, se detenga en el Quindío.

Video: Noticias Caracol/  Los daños ambientales que el aguacate Hass esta ocasionando en el  Quindío 

 

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