El cambio climático es una realidad en la sociedad planetaria, eventos naturales que se desarrollan en un ciclo normal y dinámico de la Tierra, los cuales, gracias a la incidencia humana, se vienen agudizando y prolongando. Por ejemplo, las épocas de verano e invierno en los distintos territorios cada vez son más fuertes y dejan afectaciones más grandes, sacando a flote la capacidad de resiliencia de los pueblos pero también la falta de planeación de las entidades competentes frente a la gestión del riesgo de desastres causados por los fenómenos naturales.
Con base en lo anterior, múltiples han sido las iniciativas y propuestas desarrolladas para enfrentar la inclemencia de los efectos generados por el cambio climático. Una de ellas obedece a la restauración de los ecosistemas esenciales para la vida, a través de procesos de recuperación ecológica en zonas de bosque, páramos y fuentes de producción hídrica como ríos y quebradas.
Frente a ello, muchas organizaciones sociales y ambientales, comunidades y ciudadanías independientes se vienen sumando a las distintas iniciativas promovidas en pro de la recuperación y cuidado de los distintos ecosistemas; jornadas de limpieza y siembra de especies arbóreas se vienen adelantando con decisión en muchas partes del país y del mundo. Y no es para menos, reforestar trae consigo muchos efectos positivos: Refuerza las barreras forestarles, regula el clima, aumenta la disponibilidad de agua, previene la erosión del suelo y fortalece la conservación de la biodiversidad.
Justamente el día de ayer, domingo 18 de septiembre, la comunidad de la Vereda Martinica (sector Achote y Palomas) en la ciudad de Ibagué, llevó a cabo una jornada de reforestación en la quebrada La Volcana, liderada por el presidente de la Junta de Acción Comunal, Duvan Felipe Ospina, y apoyada por integrantes del Comité Ambiental en Defensa de la Vida, quienes vienen adelantando distintas actividades e iniciativas de protección y recuperación de fuentes de vida en el territorio.
Es importante mencionar que, ante la eventual y fuerte ola invernal que se avecina, se hace necesario llevar a cabo múltiples iniciativas que en el corto, mediano y largo plazo permitan hacer frente a los riesgos por desastres que se pueden generar. Por lo pronto, se hace el llamado a las comunidades, entidades e instituciones competentes a seguir promoviendo con fuerza las diferentes acciones, pedagógicas y prácticas, que permitan luchar contra el cambio climático.