El gran reto del gobierno Petro, controlar la inflación sin entrar en recesión económica

Una vez más, la inflación en Colombia volvió a superar su propio máximo histórico. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que en agosto de 2022 la variación anual del IPC llegó a 10,84% y superó así su anterior registro histórico de 10,21%, que había alcanzado en julio pasado.

Aunque la cifra actual desborda todas las anteriores desde que se tiene registro, la preocupación es mayor porque el alza de precios no habría tocado techo. Entre las razones que explican esa alza de precios están la depreciación del peso colombiano, que ha hecho que buena parte de los productos de la canasta familiar, que tienen que ver con elementos importados como aseo, como insumos para la producción de algunos alimentos, como los electrodomésticos, suban su costo, impulsando la inflación anual. Además, persisten los problemas asociados con los altos precios de insumos e importaciones por la crisis logística global.

María Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, dijo que el gobierno tiene el reto de controlar los precios sin que esto induzca a una recesión de la economía.

“La inflación no da tregua ni en Colombia ni en el resto del mundo. No podemos olvidar que la inflación se ha acelerado en los mercados desarrollados y emergentes durante el último año, ya que la demanda se recuperó de la pandemia antes de que la oferta se recuperara por completo. Lo anterior obliga a que las acciones de política pública busquen establecer mecanismos que no induzcan una recesión para controlar los precios. Se debe fomentar la competitividad empresarial, la generación de empleo y una capacidad moderada de gasto que mantenga el ritmo de la economía”, señaló Lacouture.

Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), es “imperativo” que el gobierno tome las medidas pertinentes, tanto en el frente monetario como fiscal, para contener el incremento en el costo de vida, sin desestimular la inversión y la producción.

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