Un nuevo episodio de ansiedad: los amigos no sabían qué hacer


Eran aproximadamente las 7:30 de la noche cuando recibí unos mensajes por el chat, una de las personas con la que había tenido una relación pasajera me escribió insinuando que nos viéramos y que volviéramos a compartir, a lo que yo le dije que no estaba con la intensión de hacerlo ya que supe que se encontraba saliendo con otra persona, así que no era adecuado hacerlo desde mis principios (por así decirlo) a lo cual recibí una llamada en donde la persona me dijo muchos insultos y groserías, me sentí muy violentado porque también puso cosas en suposición, cosas que jamás ocurrieron y efectivamente eso de una vez puso a mi cabeza a pensar en que algo malo había hecho y me empecé a sentir culpable de algo que ni siquiera existió.

Por ese entonces me había ido de casa, tratando de darle un aire nuevo a mi vida, rentamos un apartamento con unos amigos y bueno, vivíamos cada uno en su rollo, sin embargo, no éramos indiferentes a los problemas que cada uno tenía en su vida cotidiana, así que en las noches cuando de casualidad nos encontrábamos nos poníamos a conversar sobre lo que había sucedido durante el día o la semana.

Precisamente cuando se acabó la llamada telefónica llegaron, yo empecé a sudar frío, me empezaron a dar ganas de vomitar, pero no lograba hacerlo, perdía el control de mi cuerpo, por primera vez mi lengua se duerme y no pude pronunciar bien las palabras, mis amigos al verme así no sabían qué hacer, la verdad nunca les había hablado de lo que me sucedía, uno de ellos pensó que tenía un ataque de epilepsia y otro no se le pasó por la cabeza absolutamente nada, así que hice el esfuerzo y pude pronunciar palabra alguna a lo cual les pedí el favor que me llevaran a la clínica por urgencias,  nuevamente me ve el médico general y me aplica un calmante, sin embargo pude hablar con él y me dijo que yo estaba sufriendo del trastorno de ansiedad, yo no sabía qué era eso, solamente lo estaba empezando a vivir, así que me remitieron a cita con psicología y psiquiatría, cosa que en un primer momento me opuse por el estigma tan fuerte que se tiene al ir al psiquiatra y preferí ir solamente a psicología.

A partir de ese día empecé a preguntar ¿qué es la ansiedad? ¿es una enfermedad? ¿un ataque? ¿un síntoma? ¿por qué me está pasando esto a mí? Así que puedo afirmar que desde ese día empecé a tener un poquito de conciencia sobre lo que me estaba dando más o menos cada 4 meses y cuáles son los detonantes de este trastorno.

Les conté a mi familia que estaba sufriendo de ansiedad y ellos sí que menos sabían qué era eso, la verdad que hablar de estos temas con los familiares es complejo y con las amistades, pues es un poco más fácil ya que la edad nos permite tener cierta solidaridad que nos permite preocuparnos por el otro, así que les comenté y ellos también empezaron a averiguar en la web de qué se trata todo esto, sin embargo, no profundizamos del tema.

Luego de esa larga noche me llevaron a casa de mis familiares, pude descansa y dormir, sin embargo, al otro día sentí los efectos aún de los medicamentos que me aplicaron y por eso mismo le tuve temor a ir al psiquiatra porque inmediatamente pensé que me iban a medicar y que podría volverme dependiente de medicamentos y todo lo que socialmente está señalado como anormal, así que no fui a la cita, pero si vi por tercera vez a una psicóloga.

Nota: éste relato está dedicado a las 3 personas que durante la semana decidieron acabar con sus vidas en la ciudad de Ibagué y el municipio del Espinal ya que no pudieron seguir luchando más contra la depresión. ¡No te rindas!

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