Muchas son las críticas que ha recibido el Barretismo en los últimos años por la falta de mantenimiento y de ejecución en las obras que históricamente las comunidades de diferentes municipios demandan para mejorar la conectividad en la región.
El pasado jueves 7 de julio colapsó el puente que conecta a los municipios de Ambalema y Venadillo, uno más que se suma a la extensa lista de obras de conectividad que requieren ser atendidas de manera inmediata, dado que irrumpe las dinámicas económicas y sociales de sus habitantes.
En los gobiernos departamentales de Ricardo Orozco y del hoy senador electo Oscar Barreto (ambos de la misma casa política conservadora), se ha evidenciado una creciente crisis por la falta de conectividad, principalmente por las pésimas condiciones en las se encuentran las vías intermunicipales.
Si bien es cierto, el problema básico de la economía señala que los recursos económicos son limitados para satisfacer las necesidades ilimitadas que se requieren satisfacer en los territorios, pero una de las críticas más notables por parte de los contradictores del Barretismo es la forma en que se invierten los pocos recursos públicos, en donde se convirtió en una constante medir y calcular cualquier tipo de inversión, no en beneficio de sus pobladores, sino en términos políticos: pavimentación, puentes y mejoramientos de infraestructura, si el alcalde pertenece o es aliado de la misma casa política.
Por lo anterior, surgen varios cuestionamientos, ¿Cuál es el desarrollo en términos de infraestructura vial y conectividad que el Tolima ha experimentado en los dos periodos de Oscar Barreto como gobernador (2008-2011/ 2016-2019) y en el actual mandato de Ricardo Orozco?
¿Cuál fue el balance de los secretarios de infraestructura y hábitat en el periodo 2016-2019 de Oscar Barreto, el hoy alcalde de Ibagué Andrés Fabián Hurtado, y Diana Esperanza Cifuentes? y ¿Cuál es el rendimiento de la actual funcionaria Claudia Paola Muñoz Barreto?
¿Cuándo se van a reemplazar los puentes provisionales que se instalaron con la promesa de ser construidos en el menor tiempo posible? Y, finalmente, ¿Cuándo dejará el Tolima atrás esta dirigencia política anacrónica que lo ha llevado al atraso y empobrecimiento de su gente?