La nueva Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural designada por el gobierno entrante del electo presidente Gustavo Petro, Cecilia López Montaño, ha manifestado que el país requiere de una reestructuración que garantice una mejor distribución de la tierra y la productividad agraria.
Para nadie es un secreto los grandes conflictos que se han generado en Colombia a raíz de la tenencia de la tierra, la corrupción y la guerra que históricamente ha representado bajo niveles de productividad, teniendo en cuenta el gran potencial con el que cuenta el país en términos agrarios, gracias a sus tierras fértiles, variedad de pisos térmicos, la “verraquera” de los campesinos y campesinas y las posibilidades de tecnificar e industrializar el campo colombiano con el objetivo de generar productos con valor agregado para su comercialización.
Por lo anterior, la economista Cecilia López, asume grandes retos en un sector con una gran deuda histórica y múltiples adversidades como lo es el campo de nuestro país. Los retos agrarios que deberá enfrentar López son bastante relevantes, debido a la transversalidad de las problemáticas que aquejan al sector, por ejemplo, la baja productividad de la tierra, la informalidad rural y, por supuesto, la concentración de miles de hectáreas en manos de unas pocas familias, que acentúa la improductividad; frente a esto, la nueva Ministra asegura que “la tierra está muy concentrada y la productividad de ellas es muy baja”.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Jorge Bedoya, expresó los retos que la nueva Ministra deberá asumir después del 7 de agosto y afirmó que es relevante que la administración entrante centre su interés en el campo, independientemente del contexto inflacionario por el que atraviesa el país y el mundo entero. Bedoya asegura que el país necesita un ordenamiento que permita tener una producción acorde a las necesidades del consumo del país y que, a su vez, sea rentable.
López, previo a su nombramiento, había manifestado que en el país hay tierras fértiles en las que no se está aprovechando su capacidad productiva. «En la Región Caribe, por ejemplo, hay extensiones fértiles donde uno se encuentra con una cabeza de ganado cada hora: los propietarios pagan impuestos o la vuelven productiva o se distribuye», afirmó.
Finalmente, acerca de la apuesta del Gobierno Nacional sobre el Catastro Multipropósito, López aseguró que, si bien es un instrumento fundamental, no puede quedarse estático y volverse una herramienta que no genere resultados. Resalta que el tema impositivo es necesario para equilibrar y potenciar la distribución y productividad de la tierra en los diferentes territorios; además, se debe resolver la problemática del recaudo rural que obedece a la gran evasión que se presenta en el campo y, por otra parte, ayudar al pequeño y mediano ganadero y encaminar la economía rural hacia un enfoque solidario pero rentable, sostenible con el ambiente y que garantice la soberanía y autonomía alimentaria que, indiscutiblemente, el campo colombiano es capaz de generar.