En la última edición del Índice de Desempeño Ambiental el país se ubicó en el puesto 87 de los 180 evaluados (Environmental Performance Index EPI, por sus siglas en inglés), estudio desarrollado por las universidades de Yale y Columbia, en Estados Unidos.
La versión pasada del ranking, publicada en 2020, ubicaba a Colombia en el puesto 50 y establecía que el país había tenido el segundo mejor desempeño de la región de América Latina y el Caribe, tan solo detrás de Chile. En esta nueva versión el país cayó más de 30 puestos en el ranking global y también empeoró su posición dentro de la región. Este año se posicionó en el puesto 20 de los países de América Latina y el Caribe. Las islas del Caribe obtuvieron el mejor desempeño de la región, toda vez que Bahamas ocupó el primer lugar de la región, seguida por Barbados, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Dominica.
El EPI implementa 40 indicadores de desempeño para clasificar a los países de acuerdo con sus esfuerzos para “proteger la salud ambiental, mejorar la vitalidad de los ecosistemas y mitigar el cambio climático”, manifiesta el informe. Estos indicadores, a su vez, se agrupan en 11 categorías, que son sintetizadas en tres grandes grupos de objetivos de política pública: salud ambiental, clima y vitalidad de los ecosistemas. El objetivo de la evaluación es medir qué tan cerca se encuentran los países de cumplir objetivos de sostenibilidad establecidos internacionalmente, como la meta de alcanzar la carbono neutralidad para 2050.
Una de las métricas del Índice señala que pocos países, incluidos Dinamarca y Reino Unido, están en camino para alcanzar la meta de la carbono neutralidad para mitad de siglo, mientras que otras naciones, como China, India y Rusia, “van en la dirección equivocada por un aumento en los gases de efecto invernadero (GEI). Por otra parte, el informe alerta que, si las tendencias actuales no cambian, para 2050 cuatro países serán responsables de más de la mitad de las emisiones residuales. Estos son: Estados Unidos, China, India y Rusia.
Todo indica que Colombia ha ido retrocediendo en torno a los esfuerzos por atender los distintos elementos que inciden de manera directa en la crisis climática que actualmente vivimos como país y sociedad planetaria. El llamado es a que los dirigentes políticos, gremios empresariales, entidades públicas y territoriales y la ciudadanía en general sean garantes de procesos efectivos que permitan trabajar en la protección, recuperación y conservación de ecosistemas estratégicos, las fuentes hídricas y alimentarias que permitan construir territorios amigables con el ambiente y garantice una sociedad productiva y próspera para presente y futuras generaciones.