En dos años, Hurtado quebró la USI de Ibagué

El derroche burocrático, la politiquería y la inexistente gestión, llevaron a que la USI tenga un déficit presupuestal de alrededor de $7.000 millones. Todo llama a la privatización.

Este martes, 22 de marzo se cumplió el debate de control político en el Concejo de Ibagué, en el que fueron citadas la secretaria de Salud, Johana Aranda, y la gerente de la Unidad de Salud de Ibagué (USI), Diana Ovalle. A lo largo de nueve horas se debatió acerca de la crisis financiera que afronta la USI, empresa pública que controla el Hospital San Francisco, y las unidades intermedias de salud del Jordán, el Salado y el Ricaurte. Se aseveró que la entidad se encuentra en quiebra.

En diciembre del 2019, al finalizar la administración del exalcalde Guillermo Jaramillo, la USI presentaba un superávit superior a los $2.000 millones. Tras dos años de gobierno del alcalde Andrés Hurtado, la entidad tiene un déficit presupuestal cercano a los $7.000 millones, datos que se revelaron en el debate.

De acuerdo con varios concejales, líderes sindicales y trabajadores de la USI, todo se debe a la desastrosa administración de los anteriores gerentes Carlos Cuéllar y Didier Blanco. Y es que, en plena crisis financiera, el exgerente Didier Blanco, en solo cuatro meses de gestión, creó más de 300 cargos con sueldos que aumentaron hasta en un 80%, en su mayoría, cargos administrativos.

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