TODOS MIREN HACIA ARRIBA.

Por: Walter Andrés Duarte Hernández / Gestor comunitario y Consultor Político

Demos inicio a esta serie de opiniones críticas y propositivas sobre los temas que a mi juicio representan aspectos de total relevancia y trascendencia para el desarrollo social y económico de nuestra sociedad colombiana. Seguida línea, agradezco al respetado portal OJO PÚBLICO por tan importante invitación, que a partir de la presente empiezo a asistir; y a todas y todos ustedes, apreciados nuevos lectores, gracias por darle clic, espero cumplir sus altas expectativas con cada entrega semanal.

Aquí les va…

El cierre de año representa para algunas personas un feliz y concluyente cierre de ciclo económico, laboral y productivo, para otros, por el contrario, un afanoso deseo de cambio y superación de emociones negativas; en el particular, el cambio de año lo abordé con sorpresa. El 2021 fue un año de fuertes emociones y decisiones, un total despliegue de rompimientos de esquemas y paradigmas que repercutió de un salto de la empleabilidad a la protesta social, de lo social a lo político, en un final con poca fiesta, mucho encuentro familiar y sobre todo –ante el compendio de problemáticas sociales– un deseo genuino de cambio y transformación social de este país.

¿Imaginan un año nuevo de cine digital? De no creer en mi caso –para las personas que me conocen-, a pesar de la festividad, estuve concentrado después del brindis familiar en la tan sonada película “No mires arriba – Don´t Look up” (éxito del cine digital en Netflix ), la cinta protagonizada por el actor Leonardo Di Caprio, resalta con total acierto un conjunto de aspectos que sirven de espejo y sátira a la decadencia actual de nuestra sociedad, nuestra cultura y, sobre todo, el gran circo de la politiquería al servicio de los grandes poderes. (Una herramienta audiovisual muy oportuna en estos tiempos electorales, donde la gente paga Netflix para ver sus novelas favoritas sin pauta comercial).

¡Todos miren hacia arriba! -Perdón- sé que el título de la película traduce “No mires hacia arriba” pero, si miramos hacia arriba (el poder) o miramos hacia atrás (la historia), ¿Cómo está nuestro país en lo social, lo económico y lo ambiental? ¿los agudos e históricos problemas del hambre, la desnutrición, la pobreza extrema, la corrupción y la contaminación ya se resolvieron? ¿hemos examinado quién interviene, gobierna y ha gobernado este país? Y, ¿Cómo nos han llevado como sociedad a la situación en la que nos encontramos? Para muchos lectores la respuesta es clara y evidente, pero para millones de ciudadanos colombianos, como pasa en la película, no lo es.

También me pregunté ¿ha repercutido positiva o negativamente la pandemia y la relación con la protesta social en un aumento de la conciencia colectiva como sociedad? –no es que estuviera sin parche en el año nuevo, pero admito que me hice bastantes preguntas cerrando año-. Regresando al tema, la cinta exalta el rol de la ciencia para la mitigación, eliminación y tratamiento de los problemas sociales; la exposición de la verdad y la pos verdad construida, replicada y amplificada por los medios que sirven al poder y el poder que sirve a las mafias y los intereses económicos de las minorías, ¿alguna semejanza con la realidad?

¿Un país con 21 millones de pobres, con 50 billones perdidos en corrupción por año espera cambios sustanciales de aquellos quienes han gobernado este país en los últimos 100 años? El nuevo año pone de manifiesto un difícil reto: entender que la indignación en el pasillo, en la calle o en la protesta no surte efectos vinculantes y efectivos si en las urnas no se refleja ese deseo de transformación.

Seguramente este discurso ya se ha escuchado, sin embargo, la tarea no se ha hecho con suficiencia y por eso seguimos en este camino de resistencia y no de opción de poder. Concienciar, movilizar y participar son las claves, si todos miramos hacia arriba podemos entender: ¿Dónde estamos? ¿Por qué estamos cómo estamos? Y ¿Para dónde vamos como sociedad si seguimos así?

No esperemos resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo -reza el dicho popular-, está claro que el sistema hoy responde sólo al interés económico y social de una decena de familias, como se evidencia en la película; sin embargo, en montañas, pueblos y ciudades de Colombia hay millones que necesitan otra respuesta a sus demandas sociales, económicas y políticas; este es el año de la oportunidad, elegir bien a congreso y a presidencia es mirar hacia arriba y tomar una decisión histórica.

Y ustedes, ¿ya se vieron la película? ¡Feliz año!

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