- La cumbre tiene en cuenta informes que revelan la magnitud de la pérdida de la naturaleza y sus impactos en la salud humana y los medios de vida; una oleada de voces que piden acciones urgentes para revertir la pérdida de biodiversidad; y un compromiso histórico de los líderes por la naturaleza, con más de 70 líderes mundiales ahora comprometidos a revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
- Este escenario es un trampolín hacia un marco de biodiversidad mundial ambicioso y transformador que pueda adoptarse el próximo año y que debe encaminar a la naturaleza hacia la recuperación para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París de cambio climático.
Durante la Cumbre de la ONU sobre Biodiversidad, que se celebró esta semana el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas número 75, Jefes de Estado y de Gobierno reconocieron la pérdida catastrófica de biodiversidad en el mundo y el riesgo que esto representa para la salud humana y los medios de vida, y muchos enfatizaron que las pandemias globales están vinculadas a la destrucción y degradación de naturaleza.
Los líderes mundiales señalaron la falta de acciones contundentes en la última década y la necesidad urgente de abordar la pérdida de biodiversidad y poner a la naturaleza en el camino de la recuperación. Varios países presentaron compromisos, pero a nivel mundial se necesita mucho más para abordar nuestra crisis de la naturaleza.
Marco Lambertini, director general de WWF-International, dijo que los compromisos adquiridos por los países en la Cumbre de la ONU sobre Biodiversidad no solo deben ser respaldados con acciones inmediatas para proteger la naturaleza, sino también con un marco de biodiversidad global ambicioso y transformador para el próximo año.
“La humanidad está causando un nivel de daño sin precedentes a nuestro planeta, y la naturaleza y la biodiversidad se están perdiendo a una velocidad espantosa y peligrosa. Estamos fallando en nuestro deber moral de coexistir con la naturaleza, lo que amenaza a la biodiversidad en la misma medida en la que creamos graves riesgos para nuestra salud, economía y medios de vida”, expresó Lambertini, convencido de que las pandemias, los incendios forestales, la disminución de la vida silvestre y el cambio climático son síntomas de nuestra relación peligrosamente desequilibrada con el mundo natural.
“Antes de la Cumbre, vimos a más de 70 líderes mundiales respaldar el Compromiso de los Líderes por la Naturaleza, enviando una señal unida para intensificar tanto la ambición y acción global por la naturaleza. Necesitamos que todos los países se comprometan con revertir la pérdida de la naturaleza, para fines de esta década, en beneficio de las personas y el planeta. Esto es imperativo para lograr un verdadero desarrollo sostenible y ayudar a construir una sociedad equitativa, positiva para la naturaleza y sin emisiones de carbono”.
La cumbre se produce después de que el Informe Planeta Vivo de WWF, presentado en las últimas semanas, mostrara que las poblaciones mundiales de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces sufrieron una disminución promedio de dos tercios en menos de medio siglo, mientras el quinto Informe sobre Biodiversidad Mundial de las Naciones Unidas reveló que los gobiernos no cumplieron plenamente ninguno de los objetivos de biodiversidad establecidos por la ONU hace una década.
De estos informes se desprendieron llamados urgentes a la acción por la naturaleza por parte de organizaciones que representan a cientos de millones de personas, además del Leaders’ Pledge for Nature, un acuerdo en el que más de 70 líderes mundiales se comprometieron a revertir la pérdida de la naturaleza para 2030.
Sobre esto, Lambertini agregó que los líderes deben desarrollar y acordar un plan para las negociaciones sobre biodiversidad y clima programadas para el próximo año. “WWF pide acciones urgentes para encaminar a la naturaleza hacia la recuperación para 2030, poniendo fin a la destrucción de hábitats naturales y la pérdida de especies y, lo más importante, reduciendo a la mitad la huella de nuestra producción y consumo. Es fundamental que desarrollemos la resiliencia humana y planetaria ante crisis futuras, y es por eso un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas nunca ha sido más vital «.