El pasado sábado 6 de junio un guía espiritual Maya Q’Eqchi’ fue brutalmente asesinado por una muchedumbre que lo acusaba de practicar brujería. El repudiable hecho ocurrió en una aldea de Petén, departamento situado al norte de Guatemala.
Indignación ha generado en redes sociales a nivel internacional la incineración de Domingo Choc Che de aproximadamente 36 años. #JusticiaParaTataDomingo y #RacismoMata son algunos de los hashtags con los que los cibernautas ha manifestado su rechazo a ese acontecimiento: “El conocimiento ancestral no es brujería ni delito”, reclaman.
Por su parte Jordán Roda Andrade, Procurador de Derechos Humanos en Guatemala, manifestó en la cuenta de Twitter de esa institución: “La Procuraduría condena y repudia los hechos violentos que cegaron la vida del señor Domingo Choc Che, experto en medicina natural, comprometido con preservar y transmitir su conocimiento ancestral”.
Es importante resaltar que, la víctima de este brutal hecho era apreciado por la comunidad científica ya que junto a otros mayores Q’eqchi’, trabajó para sacar a la luz el valor de la sabiduría Maya e hizo parte de un equipo transdisciplinario de científicos mayas, guatemaltecos y europeos que trabajaron en dos grandes proyectos de investigación y desarrollo con la Universidad de Zurich en Suiza, el University College London, en Inglaterra, y la Universidad del Valle de Guatemala.
Mónica Berger, antropóloga y socióloga egresada de la Universidad del Valle de Guatemala, quien trabajó con él dichos proyectos científicos lamentó su muerte y recordó, a través de un publicación en su cuenta de Facebook, que el abuelo Domingo Choc era un comprometido con la preservación y transmisión del conocimiento ancestral sobre la protección de Madre Naturaleza y su medicina, a las nuevas generaciones y al mundo.
