A propósito de las marchas de ayer 21 de abril

Actualidad Política

La historia cambió en junio de 2022: llegó el primer gobierno progresista a Colombia y eso se refleja en un acontecimiento social impensable antes de esa fecha. El derecho a la protesta doblega a aquellos que no creían en ella y jamás se imaginaron recurrir a la movilización para defender sus intereses. De hecho, se encuentran en las calles y algunos incluso proponen acabar con ella desde el Congreso. Estos sectores, que antes afirmaban «yo no marcho, yo produzco» o acuñaban la frase «trabajen, vagos», ahora la ejercen con todas las garantías democráticas que les otorga el Gobierno.

Quienes ordenaron sacar los ojos de jóvenes que buscaban un mejor futuro, hoy se suman a las marchas. Aunque esto eleve la protesta como derecho, no deja de ser el absurdo planteado por Hobbes en «El Leviatán». Es un acto de desespero por perder poder ante la política social, humana, a aquellos a quienes por tanto tiempo reprimieron, persiguieron, condenaron y hasta asesinaron.

Hoy, ellos mismos reconocen que la protesta es un derecho universal y, en el fondo, esto nos brinda más fortaleza a quienes la defendemos por causas más coherentes y nobles. Es una diferencia notable entre quienes marchan para defender a verdugos de terribles conductas y absurdos.

El 1 de mayo será nuestra manifestación, la del soberano, la del constituyente primario, la del pueblo trabajador, la protesta en su esencia verdadera.

 

Edgar Romero Macías

Vicepresidente de FECODE

Somos Causa Común. SCC.

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