Vendedores ambulantes, más allá de la informalidad

Por: Paula Andrea Piña Ascencio- Laura Daniela Barrero Quintana,  estudiantes de Comunicación Social


Uno de los grandes problemas que vive Colombia es la falta de oportunidades laborales que garanticen una vida digna y estable a todos los colombianos. Es así como muchas de las personas que carecen de empleabilidad, buscan formas de subsistencia que les ayude un poco a resolver el bienestar propio y el de sus familias, teniendo como opción de fuente de ingresos actividades relacionadas al trabajo informal, como coloquialmente se denomina “ventas ambulantes”, generando así algunos ingresos monetarios y una precaria sensación de estabilidad.

Expuesto lo anterior, nos adentramos a escuchar, observar y preguntar cómo los vendedores informales de la carrera tercera del centro de la ciudad de Ibagué conciben la importancia del espacio público y cómo estos dos factores (ventas informales y el espacio público) pueden relacionarse entre sí sin que el espacio público se vea alterado y sin desechar una oportunidad laboral a los vendedores que les ofrece este lugar.

Ahora bien, según el DANE para el año 2022, Ibagué se posiciona como la segunda ciudad con mayor desempleo después de Quibdó con un porcentaje de 17,5, esto ha generado el aumento de la tasa de vendedores informales y con esto la ocupación del espacio público. Se cree que este no es el real problema, la realidad también se centra desde un enfoque político administrativo que impulse y garantice acciones que contribuyan a disminuir la tasa de informalidad, y con ello, ganar más apertura del espacio público.

Foto: Paula Piña

La informalidad no se ve solo en las ventas de alimentos, objetos o productos, también encontramos en el trabajo artístico de grandes pintores, músicos y hasta teatreros que ofrecen su talento a cambio de la generosidad de los transeúntes.

Es así como la realidad social de los trabajadores informales de la ciudad, propician un espacio para reflexionar en cuanto a la caracterización de un sitio que sea favorable para el público y favorable para el vendedor, resaltando que este análisis tuvo como punto de partida el entendimiento del espacio público como un lugar de la gente y que al mismo tiempo sea de los vendedores informales sin alteraciones del entorno por parte de la misma informalidad. Por otro lado, los factores anteriormente nombrados conllevan a tener diferentes visiones y debates entorno a la categorización de la informalidad, donde éstas son catalogadas como economías populares u emprendimientos, términos que romantizan la carencia de empleo y de oportunidades.

En este punto del artículo es importante aclarar que lo nombrado aquí son tan solo unos de muchos casos que observamos a diario cuando recorremos la carrera tercera del centro de Ibagué.

Los vendedores ambulantes más allá de la informalidad, lo podemos apreciar desde las propuestas generadas por los vendedores informales desde su necesidad y la importancia que tiene la incidencia en la administración pública con el único propósito de velar por su bienestar. Una de dichas propuestas es la generación de una carnetización u elemento de identificación que permita organizar y controlar la permanencia de los vendedores en determinados sectores del espacio público, para que al momento que lleguen otros vendedores de otras regiones no alteren el sector y los actuales vendedores que llevan años en el oficio tengan mayor legitimidad sobre el espacio.

 

DANE . (2022). Comunicado de Prensa Indicadores de mercado laboral . Bogotá: DANE colombia.

 

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