Hablemos del transporte público en Ibagué

Denuncia de una ciudadano


Ya se veía a venir el alza del transporte público en Ibagué: 2.500 pesos en el sector urbano a partir del 16 de enero. Esta noticia de inmediato causó furor entre los internautas comentando en las páginas de la prensa Tolimense y en los perfiles de personas reconocidas, la mayoría de las opiniones son negativas sobre el alza que anualmente se realiza por los altos costos de la gasolina, sin embargo, en Ibagué se ha venido generando un malestar generalizado porque la tarifa que se paga no satisface al usuario frente a la prestación del servicio y a este tema nadie le ha puesto cuidado.

Hoy pretendemos con esta nota incitar al debate, la discusión y la inconformidad argumentada frente al servicio de transporte público en la ciudad musical de Colombia.

El pasado lunes 12 de diciembre de 2022 las empresas de busetas dieron inicio a un paro indefinido por varias razones, sin embargo, existe una en especial sobre el recaudo de las ganancias que, supuestamente, se quedaría una empresa privada quien sería la administradora del SETP y que ya no sería de manera física sino virtual por medio de una tarjeta, cosa que preocupa a los conductores y empresarios. Lo anterior evidencia que algo ocurre, que este cambio los afectaría, pero ¿por qué? esa es una pregunta de fondo que habría que resolver en otro momento.

Por otra parte, agregaron motivos de orden público, destrucción de la malla vial, pocos agentes de tránsito, transporte pirata, seguridad, ordenamiento vial y la red semafórica que durante los 3 años de gobierno Hurtado han sido un problema en toda la ciudad. Razones totalmente válidas y que consideraría que la mayoría de los usuarios estamos de acuerdo, no obstante, no mencionan el servicio que están prestando, las condiciones, los problemas y la falta de respeto con quienes utilizamos este medio de transporte.

La inconformidad de las/os usuarios

Cabe decir que la mayoría de los usuarios del servicio público de Ibagué pertenecen a la clase trabajadora obrera y profesional, todos los días desde muy tempranas horas del día el personal de la construcción, fabricas, trabajadoras domésticas, comerciantes, asesores comerciales, profesionales, estudiantes, etc., deben utilizar éste servicio, no hay de otra, es o es coger la buseta a las 5:30 de la mañana y de ahí para delante para llegar al lugar de trabajo, sin embargo, desde esas horas ya se presentan irregularidades en la prestación del servicio:

  • No hay puntualidad a la hora de recoger a los pasajeros en el lugar donde se inicia el servicio.
  • A la hora de recoger pasajeros durante todo el trayecto, algunos conductores hacen caso omiso a la “mano” que indica que pare y prefieren irse por el otro carril a toda velocidad y no recoger a las personas.
  • Cuando recoge a los pasajeros, algunos conductores aceleran de forma brusca ocasionando caídas a los pasajeros, cosa que pueden llegar a complicarse cuando se trata de mujeres embarazadas, adultos mayores, niños, niñas o personas en condiciones de discapacidad.
  • El sobre cupo es evidente, hasta que una o dos personas no sobresalgan de las dos puertas el conductor no deja de meterle gente, esto es un punto muy importante porque hace parte de la seguridad del usuario, en caso tal de un accidente ¿Quién responde?
  • A la hora de timbrar el conductor acelera aún más, provocando así mal genio en el usuario que vuelve una y otra vez a timbrar y el conductor más le mete el acelerador, esto se convierte en una competencia de nunca acabar y cuando para, madrazo va y viene.
  • En algunos casos, por el afán del conductor, no deja que se acabe de bajar las personas y he sido testigo de caídas de personas mientras se bajan del bus ya que el señor conductor acelera sin darse cuenta y produce accidentes. Sería interesante saber las cifras de este tipo de incidentes provocados por los conductores.

Lo anterior, es un reflejo diario en horas de la mañana, ahora vamos a mencionar las situaciones en horas de la tarde y noche, que, desde mi punto de vista son bastante graves.

  • En horas pico o valle no existe diferencia en los trayectos y tiempos que deben ejecutar los conductores, en ocasiones del punto A al B se demora normalmente 45 minutos, ahora duran hora y media.
  • A raíz de la situación anteriormente nombrada, los usuarios empiezan a alzar la voz por el mal servicio y algunos conductores son groseros, utilizan palabras obscenas, soeces, responden en tono retador y en ocasiones retan a algunos usuarios a la pelea callejera.
  • Por otra parte, hemos evidenciado que esas demoras también son producto de estar chateando en horarios laborales, en varias ocasiones se han visto como algunos conductores utilizan sus dispositivos móviles mientras conducen, esto evidentemente es un peligro para los pasajeros y además incurren en una clara violación a las normas de tránsito, pero, acá todo el mundo se pasa por la faja la ley.
  • Por otra parte, también se ha visto como el conducto pasa su boleta al encargado del control de las busetas y debajo de ello siempre hay un billete de mil, dos mil o cinco mil pesos ¿eso a qué se debe?
  • Por otra parte, de manera generalizada, vemos como la flota de busetas en general contaminan la ciudad, hubiera sido una buena idea que CORTOLIMA en los días de paro, analizara el comportamiento del aire en la ciudad y saber a ciencia y cierta si son los particulares o las busetas quienes más emisiones de gases efecto invernadero producen y salir de ese mito urbano.
  • También es importante mencionar el mal estado de algunas busetas: sillas dañadas, sucias, techos con goteras, malos olores y basuras al interior de algunas busetas.
  • El mismo problema de las mañanas se repite durante todo el día: los buseteros no les paran a los usuarios, parecen que estuvieran en la fórmula 1 compitiendo por las 500 millas de Indianápolis, en este caso, por los 500 pesos de Ibagué.
  • Para finalizar ésta lista de situaciones que se presentan con el servicio público de busetas en Ibagué, es necesario decir lo siguiente: se quedaron en el horario de la pandemia. Ya no trabajan después de las 8 de la noche, esto perjudica considerablemente la economía de la clase trabajadora, es lamentable que rutas tan las largas como las del salado y picaleña solamente pasen hasta las 8 u 8 y media de la noche en el mejor de los casos, esto perjudica a los trabajadores nocturnos y a los estudiantes universitarios, es lamentable que en una ciudad que dice querer crecer económicamente no tenga un servicio nocturno de buses y que esto sirva para que los turistas se acerquen a la ciudad. Hace poco sacaron un artículo de un extranjero que se subió por primera vez a un bus público en Colombia y lo hizo en Ibagué, ojalá no se haya llevado una mala experiencia y que lea ésta nota para que vea la realidad de este pésimo servicio.

2023 a 2.500 pesos el servicio de buseta en Ibagué, una completa estafa, si un servicio quiere que se le pague a éste precio debe mejorar considerablemente en todos los aspectos anteriormente mencionados y adicionalmente a ello acabar con el monopolio del servicio y que sea el Estado quien regule algo tan importante para el avance de una ciudad como lo es la movilidad y servicio público.

Posdata: quienes puedan, a utilizar la bicicleta como si no hubiera un mañana y desplazarnos a medios de transportes alternativos como las patinetas eléctricas y carros eléctricos prestando servicio comunitario.

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