Pese a que desde el año 2012 se han invertido mas de 11 billones de pesos para la atención de emergencias y desastres, aún se siguen presentando centenares de casos de acontecimientos climáticos que evidencian la pésima ejecución de la política nacional de gestión del riesgo y desastres, priorizada en la reacción, más que en la prevención.
Un informe realizado por la Contraloría arrojó un balance que no es para nada alentador. A través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el fondo de adaptación en obras y proyectos para la reducción del riesgo se expuso que por ejemplo en cinco (5) megaproyectos que están a cargo del fondo de adaptación, lo cual representa una inversión de $9.4 billones de pesos, y a la fecha se han asignado $8.1 billones y contratados 7.7 billones, pero ninguno de estos proyectos esta finalizado y los incumplimientos han sido reiterados.
Desde 2012 se le delegaron al Fondo de Adaptación, entidad adscrita al Ministerio de Hacienda cinco megaproyectos: el canal del Dique, La Mojana, Gramalote, jarillón de Cali y río Fonce. Pero ninguno está listo, dice la Contraloría.

Foto: Infografía EL TIEMPO, con información de la Contraloría.
Según Luis Carlos Pineda, contralor delegado para la participación ciudadana manifestó “no solo en Colombia, sino en el mundo entero, se están viviendo los impactos del cambio climático” pero criticó la falta de prevención del país. “Hay un ciclo crónico de falta de lógica preventiva. Se presenta una calamidad y en la atención se dan unos mercados, se ponen unos bultos de arena, pero no se trabaja en prevención para evitar nuevas situaciones que afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables. ¿De qué sirve que el Ideam reporte los meses con más lluvias si no hay una política clara para identificar las acciones por tomar para evitar desastres?”
Finalmente, la contraloría lanzo un llamado al gobierno y a las entidades del sistema nacional para la gestión del riesgo de desastre, para que mejoren en la ejecución de los proyectos, y de la estrategia de prevención necesaria para mitigar calamidades futuras.