En las elecciones presidenciales del año 2018 en uno de los tantos debates que se realizaron con los candidatos a la presidencia de la República, en este caso el candidato del centro Democrático Iván Duque, una joven egresada universitaria oriunda del municipio de Carmén de Apicalà, Tolima, pidió la palabra para intervenir en el espacio, la pregunta fue directa y contundente: ¿Fracking si o no y por qué? Pero además, si usted se compromete que la respuesta que nos dé el día de hoy la puede sostener en tal caso que usted llegará a ser el presidente de la República de Colombia. A lo cual en ese momento el candidato del uribismo respondió: «yo he dicho lo siguiente y he sido claro el Fracking en Colombia tiene demasiadas complejidades y tiene afectaciones graves a acuíferos subterráneos a ecosistemas diversos y además a mucha biodiversidad, yo no voy a dejar que se haga un solo proyecto de Fracking en Colombia que afecte los ecosistemas, que afecte los acuíferos, que afecte las cuencas y he dicho, además en los foros especializados en hidrocarburos, que en éste momento Colombia no tienen ninguna necesidad de hacer exploración de yacimientos no convencionales porque lo que tenemos de potencial se puede hacer con los convencionales sin exponer la sismicidad, ni los acuíferos ni la biodiversidad de nuestro país.»
Pues bien, cómo algunos líderes sociales ya lo habían mencionado, el actual presidente de la República le mintió a esa joven abogada y al país ya que en el año de 2020 en entrevista con noticias caracol Iván Duque defendió los pilotajes de «investigación» y sobre la base de esos ejercicios extractivistas se podría tomar una decisión sobre si se hace o no Fracking en el país, no obstante en dicha entrevista afirma que el fracking ya estaba autorizado en el país, es decir, en el gobierno de Santos ya se estaban adelantando acuerdos para la aprobación de éste tipo de proyectos.
Por otra parte, el 27 de marzo de 2022 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA,aprueba la licencia ambiental para el pilotaje de Fracking en el municipio de Puerto Wilshes en el departamento del Santander, el proyecto que se denomina Kalé sería ejecutado por ECOPETROL, la comunidad y organizaciones ambientales afirman que están pasando por encima de la licencia social y que tanto Ecopetrol como el gobierno, desconocieron una comunidad Afro;la Corporación Afrocolombiana de Puerto Wilches -AFROWILCHES-. Violando el derecho a ser consultada de acuerdo a los convenios y obligaciones que tiene Colombia con la OIT.
En su momento, la Alianza Colombia Libre de Fracking, organización que se articula al Movimiento Nacional Ambiental se pronunció y mencionó que «en un proceso de licenciamiento ambiental inédito, desarrollado en menos de 5 meses, con numerosas voces de rechazo, serios cuestionamientos al trámite y el aumento de los hechos de violencia en el Magdalena Medio, incluyendo amenazas de muerte que implicaron el exilio de una activista de la región».
Así las cosas el panorama no era muy alentador, la movilización social y popular empezaba a gestarse en todo el país en solidaridad con el pueblo de Puerto Wilshes y las acciones jurídicas empezaron a tomar fuerza. Es así como el día de ayer, 21 de abril de 2022 la corporación afrowilshes representada por la corporación Podion, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Alianza Colombia Libre de Fracking, Por medio de un comunicado anuncian una gran noticia para el pueblo de Puerto Wilshes y para todo el pueblo Colombiano: se suspende la licencia ambiental del pilotaje del proyecto Kalé y el trámite de licenciamiento ambiental al proyecto platero adelantado por la ANLA ambos ubicados en el municipio de Puerto Wilshes Santander, hasta que se realicen todas sus fases de proceso de consulta previa.
Lo ocurrido el día de ayer nos demuestra dos cuestiones fundamentales: la primera, que el gobierno decadente del presidente Iván Duque le ha mentido al país sistemáticamente y que no hay ninguna garantía para la participación de las comunidades en las decisiones colectivas para defender el derecho a gozar de un ambiente sano, es decir, pasa por encima de la Constitución política. Lo segundo que me parece de gran importancia es que queda una vez más demostrado que la alternativa para frenar los proyectos de muerte en nuestros territorios tiene su fortaleza en la capacidad organizativa de las comunidades y el acompañamiento jurídico de diferentes organizaciones que por décadas han trabajado en la defensa de los Derechos Humanos y de la naturaleza.
Gracias Puerto Wilshes por enseñarnos que la dignidad debe ser una costumbre.
Por: Hernando Rojas
Sociólogo Universidad del Tolima