Por: Juan Camilo Giraldo Vásquez – Representante Música al Consejo Municipal de Cultura
“¿Por qué todos los amplificadores tienen stickers diferentes?
– Es que todos los equipos son prestados.”
Conversación entre dos músicos antes de subir a la tarima gestionada por la secretaria de cultura por la cancelación del Jamming festival.
Hace apenas unos días la capital musical de Colombia estuvo en boca de todo el País debido a la cancelación del Jamming Festival, este desafortunado hecho sacó a relucir un grado de solidaridad y de trabajo en equipo desconocido por muchos de los que nos reconocemos hijos de esta tierra, la ciudad se vistió de gala, haciendo honor a su nombre gracias a la fuerza resiliente que demostró cada uno de los artistas, empresarios, comerciantes, ciudadanos e instituciones públicas y privadas. Ese esfuerzo mancomunado de toda una ciudad hizo posible tener puertas abiertas a cada una de las personas que como premio de consolación visitaron Ibagué tras la cancelación del Jamming.
Lo que la gran mayoría de la ciudad desconoce, es que detrás de todo lo mediático y lo que se vio durante el fin de semana, hay un ejército de artistas, de gestores culturales, un cúmulo de voluntades que como hace mucho tiempo no acontecía, dejaron los egos que han mantenido a nuestra ciudad en un letargo cultural y se unieron en pro de un mismo objetivo.
Más de 15 agrupaciones musicales y solistas locales se tomaron los escenarios gestionados en tiempo récord por la Secretaria de Cultura de la ciudad, luego de la fatídica noticia, con micrófonos, amplificadores, carpas y un sinfín de elementos técnicos prestados por parte de diferentes estudios musicales, empresas de eventos, incluso de personas del común que de manera solidaria compartieron sus pertenencias, su arte, su tiempo para que por dos días Ibagué fuera realmente la musical de Colombia.
Sus nombres son dignos de destacar: Kwa, Osijah, Yooko, Pura Sangre, Mr. Buffus, Dj Guitto, Colectivo de Orquestas Tropicales, Bonanza, Insurrectxs Rap, Hagalma, Autopista 40, Jam G, Ostinato, House of Reggae, Ensamble 6/8, Son Bareke, Sebastián Jurado, entre mucho otros. Y como si eso fuera poco, otro grupo similar de artistas pudieron presentarse en espacios gestionados por diferentes colectivos de la ciudad, como el “Festival Ibagué Territorio de Todos” de la fundación Cotiledón y el “Concierto Solidario Fest” del Circuito Cultural Juvenil.
Gracias a quienes, con su esfuerzo, su arte, su gestión, su coordinación, a quienes simplemente fueron a curiosear, a quienes apoyaron económicamente a las decenas de emprendimientos locales, absolutamente todos. Dos enseñanzas deben quedar en el corazón de miles de Ibaguereños, Primero, debemos apoyar y proteger lo nuestro, nuestras tradiciones, nuestra música, nuestra cultura desde todas las instancias públicas y privadas, el papel de quienes toman decisiones es de vital importancia para garantizar los derechos de quienes hacemos arte y de toda la población que la disfruta, un pueblo sin identidad cultural es un pueblo sin futuro. Y segundo, no menos importante, es que la ciudad musical no la hacen los festivales, ni las administraciones de turno, ni quienes prometen panaceas ilusorias bajo su gestión, en solo dos días se demostró que ser ciudad musical radica en la comunión del pueblo con sus artistas, una Ibagué musical es posible si juntos, incluso desde las diferencias empujamos todos para el mismo lado.