Recientemente se dio a conocer la noticia que pone en jaque de nuevo el tema laboral en la ciudad de Ibagué, se viene hablando de la orientación por parte del Banco de que algunos de sus funcionarios se acojan al “plan de retiro voluntario” o serán despedidos.
Logramos comunicarnos con Alan Hernández, presidente de ANEBRE (Asociación Nacional de Empleados del Banco de la República), seccional Ibagué, quien manifiesta lo siguiente:
“El Banco de la República, de manera rastrera y dando la espalda a la reactivación económica del país, decidió acabar con treinta y cinco puestos directos de trabajo en la ciudad de Ibagué el pasado 31 de enero, esto sin mencionar los puestos de trabajo indirecto que rondan otros cincuenta, situación que afecta de manera crítica la economía de la ciudad.
El cierre de la sucursal del Banco de la República en Ibagué, para transformarlo en una dependencia meramente cultural, no es más que la privatización de un servicio público, pues lo que por mandato constitucional el Banco de la República debe realizar con respecto al suministro de billetes y monedas para las necesidades de la economía, en este caso la economía del Tolima, ahora será hecho por un empresario privado que se lucrará de forma inconmensurable por el contrato que firmará con el Banco. Este empresario no pagará sueldos dignos por la realización del trabajo que venían desarrollando los trabajadores de planta del Banco de la República, sino sueldos de miseria que ahondarán aún más las inequidades que vive la sociedad ibaguereña.
El Banco de la República no es una institución que comprenda las necesidades de la sociedad, se ha convertido en una organización al servicio de intereses privados, que sólo pretende enriquecer a los altos directivos que la gobiernan y a unos cuantos empresarios.
Ahora, los trabajadores del Banco advierten el alto riesgo de continuidad que tiene la Fábrica de Moneda, dependencia del Banco que viene siendo administrada con altos índices de ineficiencia, pues su capacidad instalada es utilizada en menos de la mitad, pero sí se importan productos mucho más caros que lo que podrían producirse en esta factoría; esta situación se viene presentando ya durante varios años sin que la directivas del Banco tomen alguna determinación para corregirla, con el tiempo esto podría desembocar en el cierre de la planta y el despido de casi cien trabajadores directos y más de trescientos indirectos. Durante el tiempo que la Fábrica se ha manejado de esta manera los únicos realmente beneficiados han sido los empresarios que le venden los productos ya hechos al banco, las cifras que han ganado son astronómicas; nosotros los trabajadores creemos firmemente que esto no debería estar pasando, lo que sentimos es que nos están robando nuestro trabajo.
El Banco de la República con estas acciones demuestra que no le importan los intereses de la ciudadanía, sino que se enriquezcan algunos empresarios.” Manifestó el líder sindical.
Por otra parte, el diputado Renzo García, también se pronunció frente al tema: “Muy preocupante que los Tolimenses seamos los que paguemos los platos rotos de todos los procesos de reestructuración del estado. Lamentable que la clase política del Tolima no diga nada al respecto y sea tan complaciente con estas iniciativas de tercerización. Inaceptable que el Uribismo le siga entregando el manejo de lo público a entes privados. Acá nuevamente se resalta la importancia de no seguir votando por politiqueros tradicionales que poco le importa los derechos laborales y humanos de la población.” Expresó el asambleísta.