Por: Ismael Molina
Los intereses personales de supuestos «jefes», están conduciendo a una debacle.
Repetimos la historia de la alcaldía de Ibagué y de otros eventos electorales.
Según esa concepción solo los apellidos con tradición electoral, pueden llegar a las corporaciones públicas. El resto solo servimos como votantes y borregos. Eso es el irrespeto hecho política.
Saquemos conclusiones y construyamos una verdadera alternativa donde el respeto y la democracia interna sean valores que aceptemos y defendamos.
Luchemos por que las fuerzas alternativas tengamos vocería en el congreso.
Soy Ismael Molina, soy tolimense y quiero ser su Senador.