PUERTO WILCHES – SANTANDER | UN TERRITORIO HIDRODIVERSO QUE SE DEBATE ENTRE MONOCULTIVOS Y FRACKING

Por : Martha Devia Grisales

¡TODOS SOMOS COLOMBIA Y TODOS DEFENDEMOS PUERTO WILCHES!

Pilotos de Fracking en Colombia abren la puerta para que muchas organizaciones de diversas regiones del país, movimientos, plataformas, ONGS y demás; se articulen en un mismo lugar. Puerto Wilches se convirtió estos días en el escenario de diálogos para la construcción de agendas colectivas consolidadas con la experiencia de distintos sectores, la ecología de saberes científicos y ancestrales que buscan enriquecer las narrativas y los argumentos de jóvenes, hombres y mujeres Wilchenses frente a la resistencia y defensa territorial.

Recordemos que esta región del Magdalena Medio ha tenido una historia avasalladora de extracción de hidrocarburos desde 1914, con la instalación de pozos que prometían avances y cambios estructurales para el desarrollo y bienestar social, en puerto Wilches, a pesar de la instalación de pozos para la extracción de hidrocarburos, este desarrollo se quedó detenido en el tiempo. Por otro lado, desde los años 60 y hasta el momento, el territorio está inundado de monocultivos de palma de aceite (60.000.000 Hectáreas) que se ha convertido en la actividad económica predominante, y de la cual distintos movimientos tienen disparidad por los marcados impactos y la sostenibilidad ambiental.

Breve contexto sobre los pilotos en el Magdalena Medio.

Desde el 2012 hemos tenido en el país una discusión jurídica sobre Fracking, no obstante, está técnica de extracción se suspende en Colombia en el 2018 bajo el principio de precaución enunciado por el consejo de Estado, sin embargo; en el 2019 un grupo de congresistas hacen la propuesta de ejecutar los proyectos piloto para identificar si los impactos que previamente se han reconocido en otros países, suceden también en nuestros territorios. A pesar del argumento del consejo de estado, el gobierno utiliza formas manipulativas para subsanar requerimientos técnicos como las consultas previas, libres e informadas, estudios de biodiversidad, la licencia social, el acceso a la información y demás; para legitimar la entrada de estas empresas en el puerto. En este sentido, en el 2020 durante plena pandemia, el gobierno colombiano se esmeró por beneficiar las multinacionales y reconfigura la estructura de los proyectos piloto, legislando el decreto 328, resolución 902, entre muchas otras. La 328 del 28 de febrero de 2020 busca construir una aparente línea de investigación científica con la cual soportar la decisión de hacer o no Fracking en el Magdalena medio y en el país. Esta iniciativa en el fondo, pretende esquivar la suspensión provisional en la que están inmersos el decreto 3004 de 2013 y su resolución reglamentaria 90341 de 2014 expedida por el MME (ministerio de minas y energías) y con las cuales se le daba piso legal a la explotación de los yacimientos no convencionales en Colombia, lo cual incluye la explotación petrolera en la roca generadora con el uso de la técnica de Fracking.

Los movimientos ambientales consideramos que la decisión emanada en el decreto 328 sobre proyectos pilotos de investigación, es amañada, estratégica y corrobora una vez más las formas “sagaces” con las que opera el gobierno para la toma de decisiones en Colombia; el intento por demostrar que estas pruebas “no tendrían fallas”, no son sino, la manera maquiavélica de instalar la maquinaria de saqueo en una región bio e hidrodiversa, además de arrebatarle a miles de hombres y mujeres su vocación agropecuaria, el equilibrio de los ecosistemas,  la riqueza paisajística y contribuir mezquinamente a la crisis climática que se ha acrecentado en los últimos años a nivel mundial.

Finalmente, en este aspecto, vale la pena aclarar que la magnitud de los proyectos de Fracking que se piensan ejecutar son alrededor de 1500 de manera que estos jamás se podrán comparar con las pruebas pilotos que resultan insignificantes y de menor impacto dadas las condiciones de dimensión, tiempo y alcance. El verdadero riesgo de la fracturación hidráulica es proporcional al tiempo de uso y los comportamientos de las placas y rocas del subsuelo.

Con respecto a algunos de los diversos impactos ambientales, son alarmantes los datos sobre la seguridad hídrica. Explican los expertos de Cordatec y de la Alianza Colombia Libre de Fracking que la seguridad hídrica de la región se pone en riesgo con el Fracking, ya que esta depende de la cantidad de agua, de una calidad aceptable y que estas condiciones se mantengan en el tiempo, la razón, es que, aunque en el Fracking se emplean varios revestimientos, estos no son infalibles en una escala comercial y los productos inyectados en el subsuelo son altamente cancerígenos para la gente y nocivos para la flora y la fauna.  Los compuestos que se vierten se caracterizan por el alta la carga de sales (cloruro, bromuro, sulfato, sodio, magnesio, calcio), metales (bario, manganeso, hierro, estroncio), materiales radioactivos (radio-226, radio-228), grasas y aceites y materia orgánica disuelta, productos químicos. Según la asociación AIDA; Las sustancias químicas y desechos tóxicos del Fracking pueden contaminar aguas superficiales y subterráneas, el suelo y contribuir a la crisis climática. Esta contaminación puede ser grave y en muchos casos irreversible, por ejemplo, las aguas residuales tóxicas del Fracking pueden contener concentraciones elevadas de elementos radiactivos como el Radio[1] y en casos de derrames, filtraciones o una disposición deficiente, pueden afectar acuíferos, ríos, suelos y otros elementos del ambiente. (1)

En el contexto anterior, existe profundos desasosiegos en la población Wilchense y en toda la región del Magdalena medio, sobre los experimentos de piloto. Es evidente que se exponen importantes ecosistemas dada la interconexión entre ríos y ciénagas. A su vez, la situación de derechos humanos ya es bastante tensa para líderes y lideresas sociales que luchan en contra del arrebato y la degradación de los bienes naturales indispensables para la vida y el desarrollo cultural.

Por otro lado, hay desconfianza y debilitamiento de la gestión institucional para actuar sobre la multiplicidad de impactos y el inventario de pasivos ambientales que han afectado el uso suelo y manejo del agua; históricamente han lidiado con pozos que han perdido su capacidad de contención provocando derrame y/o problemáticas de abandono de estas infraestructuras. La población no le tiene confianza a la gestión institucional por los efectos sociales y económicos no resueltos hasta el momento generados por la explotación convencional. El descontento también tiene que ver con pobres programas de inversión social, que tienen al municipio sin acueducto ni planta de tratamiento, precariedad en el sistema de salud; en síntesis, no hay una verdadera gobernanza en el territorio.

Impactos socioeconómicos y Monocultivo de palma de aceite

Según los habitantes de este municipio Santandereano «la economía está basada en el cultivo de la palma africana y la pesca, el sector petrolero a pesar de tener 76 pozos no es considerado como actividad primordial pero tiene la fuerza necesaria para amenazar la economía agrícola al poner en riesgo el comercio del aceite por el uso de Fracking que impone una economía basada en el petróleo, otras dinámicas en el territorio, encarecimiento de la mano de obra y desplazamiento sistemático de la gente. Otro sector muy pequeño de campesinos vive del cultivo de pan coger (yuca, plátano, maíz, ahuyama)», puntualizó  Candelario Carvajal, Campesino de la organización Acampamg.

Un dato controversial es que algunas investigaciones reportan que la intensificación del cultivo y procesamiento de palma no ha desembocado en el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores del sector y se ha erigido en muchos casos sobre la tierra despojada por los narcoparamilitares durante el último ciclo de violencia; para Roa (2007) citado por Hurtatis (2015). (2).

Estudiosos de este desarrollo agroindustrial han denunciado que estos cultivos se han utilizado para el lavado de dinero del narcotráfico y como mecanismo de los paramilitares para desplazar de manera forzada a la población, pues su propósito es apropiarse de importantes y ricas regiones. Su estrategia ha consistido en desplazar a la gente y una vez abandonadas las tierras, las ocupan las empresas palmicultoras. (p.28).

El asunto del monocultivo de palma de aceite es álgido porque la población ha culturizado y aceptado estas alternativas que hoy defienden a pesar de la historia sobre disputas, desplazamientos e impactos ambientales. Por ahora, el interés colectivo es hacerle frente al Fracking y buscar alternativas de participación para la defensa territorial, interés por el trabajo mancomunado que eleve las voces de hombres y mujeres, campesinos, pesadores, sindicalistas, palmicultores y jóvenes para que la vida en Wilches y el Magdalena medio sea una factible para las presentes generaciones.

 

  1. ASOCIACION CAMPESINA DE PAN COGER
  2. ASOCIACIÓN JUVENIL CAMPESINA
  3. ASOFACENTRAL
  4. CENSAT AGUA VIA
  5. COMITÉ AGUA WIL
  6. COMITÉ AMBIENTAL EN DEFENSA DE LA VIDA
  7. COMITÉ DE DDHH DE PUERTO WILCHES
  8. CORPORACIÓN COMPROMISO
  9. CORSATEC
  10. CREDHOS
  11. EXTINCTION REVELION
  12. FEDERACIÓN PESCADORES UNIDOS DE PUERTO WILCHES
  13. FUNTRAMIEXCO
  14. JUVENTUD EN MARCHA
  15. JUVENTUDES DE MANAURE
  16. MARCHA CARNAVAL MUJERES POR EL AGUA
  17. MOVIMIENTO CESAR SIN FRACKING Y GAS
  18. MOVIMIENTO JUVENIL
  19. ORG SINDICAL SINTRAPALMA PTO. WILCHES
  20. ORGANIZACIÓN FEMENINA POPULAR
  21. PLATAFORMA DE JUVENTUDES
  22. PODION
  23. RED YUMA
  24. RESISTECIA
  25. SINTRAPALMAS
  26. UNIVERSIDAD POPULAR LOS PUEBLOS UPP

REFERENCIAS 

[1] https://aida-americas.org/sites/default/files/publication/publicacion_fracking_aida_boell_0.pdf Cfr. Broderick, John et al., Shale gas: anupdatedassessment of environmental and climatechangeimpacts, Estados Unidos, Universidad de Manchester, 2011; citado por Eduardo D’Elia et al., Op. Cit., p. 108; y, UnitedStatesEnvironmentalProtection Agency, Assessment of thepotentialimpacts of hydraulicfracturingforoil and gas ondrinkingwaterresources– ExecutiveSummary, 2015.

  1. https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/77881

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