En un espacio de diálogo sostenido este lunes con Inés Herrara, rectora del Liceo Nacional, se confirmó la tala de dos árboles de eucalipto y la poda de otros tres individuos arbóreos dentro de las instalaciones del plantel. La directiva justificó la intervención forestal señalando posibles riesgos para la integridad de las estudiantes.
Sin embargo, voces críticas apuntan a una responsabilidad más amplia: la negligencia histórica de la administración municipal en el manejo y protección de las Estructuras Ecológicas Principales (EEP) de la ciudad. La falta de mantenimiento, prevención y manejo silvicultural adecuado estaría deteriorando el bosque urbano ibaguereño, una red verde fundamental para la salud ambiental y la calidad de vida.
El Liceo Nacional, al igual que instituciones como el colegio San Simón, la Universidad de Ibagué y Uniminuto sede Chicalá, forman parte del entramado ecológico urbano. No obstante, muchas de estas entidades educativas no cuentan con una guía clara sobre cómo conservar sus espacios verdes ni mecanismos eficaces para exigir a las autoridades planes de manejo y prevención de riesgos ambientales.
Frente a este panorama, se hace un llamado urgente a docentes, directivos y estudiantes que integran comités de participación ciudadana, a vincularse a espacios de formación, monitoreo y exigibilidad sobre la protección del bosque urbano. Solo con mayor organización y conciencia ecológica se podrá evitar que decisiones administrativas, muchas veces reactivas, terminen por eliminar coberturas vegetales esenciales para la ciudad.