El Liceo Nacional de Ibagué, reconocido por su historia y por albergar una importante área verde en el corazón de la ciudad, será intervenido este lunes por operarios de la Oficina de Gestión del Riesgo de la Alcaldía. La acción, según la administración municipal, busca mitigar riesgos para las estudiantes y la infraestructura del colegio. Sin embargo, la decisión ha generado inquietud en sectores ciudadanos y ambientalistas que temen una tala innecesaria de árboles.
En este espacio conviven especies como ardillas, zarigüeyas y una amplia variedad de aves, lo que convierte al Liceo en un verdadero refugio de biodiversidad urbana. Por eso, surge la pregunta: ¿la intervención cuenta con estudios técnicos rigurosos que determinen qué árboles representan realmente un peligro?
Las experiencias de otras ciudades han demostrado que no es necesario escoger entre seguridad y naturaleza. Existen alternativas como la reforestación planificada, el manejo especializado del arbolado y la incorporación de soluciones basadas en la naturaleza dentro de entornos educativos.
Aunque nadie discute la importancia de proteger a las niñas, también es cierto que el cuidado del entorno natural no puede quedar relegado. La tala indiscriminada no solo afecta el paisaje urbano: también reduce la capacidad de la ciudad para enfrentar los efectos del cambio climático y deteriora la calidad del aire.
Ante la inminencia de la intervención, se hace un llamado a la Alcaldía de Ibagué y a las autoridades ambientales a revisar con detenimiento el alcance de la medida. La ciudadanía espera que cualquier acción esté respaldada por estudios técnicos claros, y que se prioricen tanto la seguridad como la sostenibilidad ambiental del Liceo y su entorno.
