El día de ayer se confirmó que Colombia no estará en la cita más importante de fútbol de selecciones, el mundial de Qatar 2022, programado atípicamente entre noviembre y diciembre por cuestiones climáticas. Un gran golpe en términos deportivos y en términos económicos.
Durante el Mundial de 2014, según registró ‘Portafolio’, Fenalco reportó que los establecimientos de consumo recibieron 5.000 millones de pesos adicionales por ventas. Los reportes de los bares y restaurantes durante la época de los Mundiales de Brasil y Rusia indican que hubo un aumento en sus ingresos entre un 30% y un 40%, en comparación con iguales períodos de los años inmediatamente anteriores. Esto, como consecuencia directa de la participación de la Selección Colombia en estos mundiales. En cuanto se acabó el Mundial de 2018, afiliados y aliados del Gremio reportaron que, durante la temporada de fútbol, gracias a la sintonía que generaba la Selección, aumentó 37% la venta de cerveza, 20% la de licores, 19% en televisores, y 12% la de gaseosas.
También el mercado de los televisores, que históricamente tiene un alza significativa antes del inicio del certamen futbolístico; así como agencias de viajes, el sector de bebidas y diferentes marcas patrocinadoras, entre otros. Luego de que el año pasado Colombia cerrara con la mayor inflación de los últimos cinco años y los cierres generados por la pandemia del Covid19, las pérdidas económicas serán mayores, respecto a la expectativa que tenía el mundial para el sector comercial.