Un hombre de edad, recorrido en el sector del movimiento social, un hombre de “la vieja escuela” como generalmente se dice en el lenguaje popular de las organizaciones sociales de izquierda, un periodista que de manera independiente y no arrodillada a los medios tradicionales del departamento hacía el cubrimiento de todas las marchas, plantones, protestas, huelgas y actos simbólicos que ignoran muchos periodistas y prensa del establecimiento, una persona que le gustaba hablar de sus anécdotas e historias de su lucha y resistencia, en resumen, un hombre coherente y consecuente con pensamiento político e ideológico hoy nos deja para pasar a otro plano de la eternidad.
Carlos Enrique Ariza Zúñiga, un compañero del movimiento social y popular de la ciudad de Ibagué murió por las secuelas que dejó el COVID-19 éste sábado 10 de julio de 2021 en las instalaciones del hospital Federico Lleras Acosta sede limonar, allí sus familiares y algunos amigos le dieron su último adiós, un adiós bastante triste y rápido porque no se podía realizar los tradicionales rituales que anteceden al entierro por el riesgo de que se genere un contagio masivo en los asistentes, sin embargo algunos pocos nos reunimos el día de hoy con sus familiares para darle su último adiós.
Carlos era un hombre humilde, sencillo, correcto, crítico y trabajador, todos los días se le encontraba en la carrera tercera frente a la gobernación del Tolima para vender los ejemplares del periódico Desde Abajo y Le Monde de Francia, también ofrecía literatura política, de historia del conflicto, libros sobre soberanía alimentaria, luchas de mujeres y de defensa del territorio, entre muchos más libros que eran su vida literalmente, porque en ellos también el nutria su conocimiento y mantenía viva la “llama de la revolución”.
Desde las organizaciones sociales y ambientales lamentamos su terrible deceso, le enviamos un saludo fraterno y solidario a sus familiares y amistades, se va un hombre que le hizo frente al sistema y que en éste contexto de pandemia para la gente trabajadora que depende del rebusque es preferible salir para conseguir algo de dinero y no morir de hambre enfrentando éste terrible virus.
En nuestros corazones seguirán latiendo en la búsqueda de un mundo más justo, más equitativo, en paz con justicia social y ambiental, así como el corazón de Carlos palpitó esperando los grandes cambios estructurales en la búsqueda del bienestar colectivo.
¡Hasta siempre compañero Carlos!