DUQUE FALTA A SU PALABRA Y COMPROMISO CON EL PARO EN LA APROBACIÓN DEL ACUERDO DE ESCAZÚ

Ambiente Nacional

El Acuerdo de Escazú es el tratado internacional sobre protección ambiental que el presidente Iván Duque firmó en diciembre de 2019. La firma se dio en el marco de la Gran Conversación Nacional, producto del paro del 2019 que inició el 21 de Noviembre. Esta era una de las exigencias del movimiento nacional ambiental, varias ONG y centros jurídicos del país.

El Acuerdo ya fue ratificado por 12 países de América y el Caribe. El acuerdo promueve el acceso a la información de proyectos ambientales, la participación ciudadana, la justicia ambiental y protección de los líderes y lideresas ambientales. Para que el acuerdo entre en vigencia se requiere la ratificación por parte del Congreso.

Aunque el Gobierno presentó en julio del año pasado el proyecto, con un mensaje de urgencia, la realidad es que Duque no hizo mayor cosa para sacar el Acuerdo adelante.

El Acuerdo no logró pasar su primer debate y fue hundido por falta de citación de las comisiones segunda de Cámara y el Senado.

La coalición del Gobierno, la que Duque fortalece con puestos y mermelada, no respaldaron la ratificación del Acuerdo de Escazú. Los congresistas del Centro Democrático, Cambio Radical y partido Conservador presentaron ponencia de no aprobación del Acuerdo.

La defensa del proyecto por parte del Gobierno ante el Congreso de la República la realizaron funcionarios de bajo nivel de representatividad y se puede decir que los ministros de Ambiente y Relaciones Exteriores hicieron muy poco para lograr su aprobación.

Con la no ratificación del Acuerdo de Escazú el presidente Duque sigue perdiendo la poca confianza y credibilidad de los sectores ambientales y es un mal precedente para el momento actual que vive el país con el Paro Nacional.

Aunque el ministro de Ambiente, Carlos Correa y la Canciller Marta Lucía Ramírez, ambos del partido Conservador, se comprometieron en sacar adelante el Acuerdo de Escazú, la realidad demuestra que todo funcionó como una especie de tramoya dado que la interlocución de estos dos voceros del gobierno ante el Congreso, para la ratificación del Acuerdo, fue mínima.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *