El acta no concertada de la minera en Falan

Por: Liz Avila-R.

El proceso de titulación minera en el Municipio de Falan comenzó con la concertación con las autoridades locales, según consta en el acta de Coordinación y Concurrencia celebrada el 6 de Junio de 2019 con presencia de representantes de la Agencia Nacional de Minería (ANM) y el alcalde en ese momento (Forney Munevar Monsalve) (Figura 1). La reunión se llevó a cabo en la ciudad de Ibagué con el fin de coordinar las actividades de uso y aprovechamiento de recursos mineros en el suelo y el subsuelo del municipio, considerando las diferentes funciones y facultades que recaen en cada una de las entidades participantes de la reunión. Según el acta, para está concertación se articuló la información geológica, ambiental y minera del municipio, así como la información contenida en el Catastro Minero Colombiano (CMC). Esto supuestamente se hizo con el fin de reconocer las coberturas ambientales restrictivas, las áreas tituladas, las áreas solicitadas para titulación y el potencial minero del municipio.

El acta de coordinación y concurrencia

En el acta se establece que la reunión se lleva a cabo por el interés del alcalde de concertar, el cual se manifestó a través de correos electrónicos intercambiados el 23 de mayo de 2019. Hay que anotar que 9 días antes, el 14 de mayo de ese mismo año, Outcrop Gold Corp. (la casa matriz de Miranda Gold empresa que realiza hoy día las exploraciones en el municipio de Falan), anunció a través de su portal de internet la adquisición del Proyecto Santa Ana que pertenecía a Cedar Capital Corporation (“CEDAR”). Tan solo dos semanas después del intercambio de correos entre la alcaldía y la ANM se llevó a cabo la reunión para legalizar la titulación.

Los antecedentes de la reunión mencionan que hubo un intercambio de información entre el alcalde, su equipo asesor y la ANM con el fin de establecer las áreas del municipio susceptibles de actividad minera (Figura 2). Esto se hizo supuestamente para coordinar una minería responsable con el medio ambiente, que aporte al desarrollo regional y que sea concertada con los entes territoriales, sus autoridades y sus habitantes.

Irregularidades escandalosas

Revisando el acta de coordinación se encontraron las siguientes anomalías:

1. En la cartografía de la situación minera del Municipio presentado por la ANM, no se tuvieron en cuenta las cuencas, las áreas importantes para la conservación en el municipio ni tampoco las reservas (Reserva Ranita dorada) que están establecidas en el EOT revisado y aprobado por CORTOLIMA (Figura 3). En el acta en cuestión, aparentemente el 100% del territorio de Falan es susceptible de minería lo que contradice el ordenamiento territorial del municipio. Adicionalmente, la leyenda de coberturas no corresponde al Municipio de Falan sino al de Chaparral (Figura 3).

2. En la tabla de caracterización de títulos mineros aparecen 4 en explotación, sin embargo, según la ANLA (Agencia Nacional de Licencias Ambientales) y la contraloría no existen licencias ambientales de explotación activas o en trámite en el municipio (Figura 4 y Figura 5). Además, la información del acta con respecto a la cantidad de títulos y los titulares, no es consistente con la información suministrada por la misma ANM en Julio de 2020 (Figura 4 y Figura 5).

3. No existe un acta de la audiencia minera entre las autoridades, los proponentes y los ciudadanos del municipio. No se hizo difusión ni convocatoria para la participación ciudadana, quienes solo se enteraron de lo que estaba pasando cuando la empresa Miranda Gold Corp en asocio con Lost City S.A.S., apareció en el territorio para empezar las exploraciones el 18 de diciembre de 2019. Al día de hoy, no hay claridad sobre quiénes y cuantas son las personas que están haciendo las exploraciones, como las van a hacer y cuáles son los impactos de la exploración. Tampoco hay noticias del plan de gestión social que debió ser presentado 60 días después de firmado el contrato de concesión, lo que puede dar lugar a sanciones.

4. Hasta el momento, ni la anterior administración, ni la actual, socializaron a la comunidad el proceso del ciclo minero ni hicieron pública el acta de coordinación en la página del municipio, este último punto aparece en el acta como una petición de la ANM a la Alcaldía de Falan.

Los hechos dan a entender, que la cartografía usada para legalizar la titulación no corresponde al territorio de Falan. En este punto, vale la pena preguntarse si el ex-alcade Forney Munevar y su equipo de gobierno se prepararon para la defensa del territorio o si por el contrario, el mandatario se presentó solo y pasivamente a firmar lo que dispusiera la ANM, sin siquiera reconocer que la información que le estaban presentando no correspondía al municipio de Falan.  Es necesario insistir en que Falan es un territorio agrícola y biodiverso, el proyecto de territorialidad agropecuario y turístico al que apostaron sus habitantes los últimos 100 años depende de sus recursos naturales (agua y suelo). La titulación sin tener en cuenta el ordenamiento territorial, viola la autonomía de los pueblos a decidir sobre sus territorios y pone en riesgo la soberanía alimentaria de la región.

Apropiación ilegitima del territorio

El proyecto actual de convertir a Colombia en un país minero se formaliza con la firma del Código Minero del 2001, que favorece a la gran minería e ilegaliza a la pequeña. Bajo las reglas de juego actuales el mensaje que envía el Estado colombiano es que no tenemos la capacidad para explotar nuestros propios recursos y que solo los capitales foráneos están en capacidad de hacerlo, lo que deja a la Nación en condición de perpetua dependencia. Las grandes compañías mineras hacen alianzas público-privadas con el Estado y de esta manera llegan a los territorios sin que ninguno de los controles establecidos por la ley se ejecute de manera efectiva. Estos actos son calificados como corrupción, puesto que los funcionarios públicos manejan información privilegiada que es puesta a disposición de las respectivas empresas mineras para las que trabajan.

Adicionalmente, el flujo de caja de las compañías transnacionales les permiten destinar muchos recursos para convencer a los locales, ellos saben que además del aval de gobierno, necesitan “ablandar” a las élites provinciales poseedoras, y a los gobiernos locales, quienes son los que les dan el acceso final a las regiones.